Kathrine Switzer
- Realidad Deportiva
- 13 abr 2018
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En 1967, una estudiante de periodismo de 19 años demostró que las mujeres sí pueden correr una maratón. Lo hizo pese a que el director de la histórica prueba de Boston intentó sacarla de la pista a empujones. "Sal de mi carrera y entrégame su dorsal", le chillaba mientras trataba de darle alcance para rasgarle su número y de este modo descalificarla. Sin embargo, Switzer consiguió escapar y su novio se encargó de tirar al suelo a aquel hombre. La joven llegó a la meta con los pies ensangrentados, pero declaró que habría culminado el recorrido hasta gateando si hubiera hecho falta.
Otra curiosidad de la carrera de 1967 es que los mismos organizadores del evento no se cercioraron de que una fémina se había inscrito hasta que ésta no entró en la segunda milla del recorrido.
Su imagen, la de la norteamericana Kathrine Switzer, se convirtió entonces en un icono en favor de los derechos de la mujer y de la ansiada igualdad real.
La atleta logró que en 1972 las mujeres ya fueran aceptadas en la carrera que hoy ha completado entre innumerables muestras de afecto y de ánimo. Allanó también el camino para que las mujeres pudieran disputar estas pruebas en los Juegos Olímpicos, un hito alcanzado en 1984. Ganó las competiciones de Nueva York de 1974 y 1975 y, con su marca en Boston, se colocó como la sexta mujer más rápida del planeta.
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